Artículos

Andra Mari ikastolaren kasuan ere, gure nortasunaren eta bidearen zutabe nagusietako bat izan da elkarlana

Hablar una lengua no es sólo saberla: es vivirla. Las ikastolas han hecho posible que generaciones aprendan euskera con naturalidad académica; sin embargo, la escuela sola no garantiza que ese aprendizaje se transforme en conversaciones compartidas en el tiempo libre, en el bar del pueblo o en el vestuario del equipo de fútbol. Convertir a los y las alumnas en hablantes reales exige que la lengua circule en los ámbitos sociales donde se construyen las amistades y la identidad cotidiana.

Lizarra Ikastolako Haur Eskolak espazio eguneratuak eta garapenaren ikuspegi integrala batzen ditu, mugimenduaren bidez hazkuntza bizia eta orekatua sustatuz.

En Navarra, la diversidad lingüística no es una amenaza, sino una oportunidad. Una oportunidad para construir puentes, para compartir valores y para fortalecer el tejido social que nos une como comunidad. En una tierra que convive entre el euskera y el castellano —y donde cada vez resuenan más acentos y lenguas del mundo—, la educación se convierte en el lugar donde esa convivencia puede hacerse real.