En los años ochenta surgió en Reino Unido un movimiento que defendía un uso del lenguaje claro, breve y que evitara los tecnicismos y las frases hechas. Se llamó Plain English (en español, inglés sencillo), perseguía que las instituciones públicas se preocupasen por hacer más fácil al ciudadano la comprensión de cualquier información y denunciaba la inutilidad de los textos largos y confusos en defensa de lo simple y directo.
Desde su lanzamiento, en 1990, los integrantes de Plain English, en su mayoría profesores, han corregido más de 21.000 documentos de unas 1.600 organizaciones de todo el mundo, entre ellas varios departamentos del Gobierno británico.
Jarraitu irakurtzen